miércoles, 19 de octubre de 2011

Literatura 1, S11

Obra: “SERENIDAD Y PACIENCIA "


Situación

Inicial

DOCTOR: ¡ Don Salustio Robles ! Pásele por favor. Lo estaba esperando.

PACIENTE: Buenas tardes, doctor ¿cómo está?

DOCTOR: No tan bien como usted. Que...saludable se ve. Qué envidia. Me debería pasar la receta.

PACIENTE: Ay, doctor. No se burle. Si viera cómo me siento. No me cesan los dolores.

DOCTOR: Pero siéntese por favor. Esos dolores que menciona son naturales. No debe preocuparse.

Ruptura del equilibrio

PACIENTE: Es que no me dejan ni dormir, doctor. Las pastillas ya no me hacen. Ay, me la paso en un grito.

DOCTOR: Le aseguro que en tres meses ya está del otro lado. Eso júrelo. Cosa de esperar, de tener paciencia. Serenidad. No se me desespere.

PACIENTE: Sí, doctor... ¿y cómo salí de los análisis?

DOCTOR: Perfecto. Es más, por aquí los tengo, permítame...Causó sensación en el laboratorio. Está en boca de todos.

PACIENTE: ¿De veras?

DOCTOR: Por supuesto. Luego luego me llamaron ¿ya sabe del caso del señor Robles? Sí, señorita ¿es usted su médico? Sí, caray ¿no es para sentirse orgulloso?

PACIENTE: Ay, si usted lo dice.

DOCTOR: En todo salió positivo. A eso le llamo un caso completo. Mire.

PACIENTE: Ajá... ¿y qué es lo que tengo?

DOCTOR: (Minimizando) Nada. Una...pequeña proliferación de células. Nada del otro mundo pero sí lo voy a molestar cuando pueda venir, con una pequeña incisión que hay que practicarle. Cuando guste. No hay prisa.

PACIENTE: ¿Incisión?

DOCTOR: Sí, una aberturita. Rápida...Nada más para estar seguro. Ya sabe que no me gusta dejar las cosas a medias. Ante todo, responsabilidad.

Desarrollo

PACIENTE: ¿Y cuándo tendría que ser eso?

DOCTOR: Cuando pueda o quiera. No tiene que ser ahorita. Un mes, dos. Una semana. Ahora que si puede venir mañana, mejor.

PACIENTE: (Tras pausa. Amoscado) Entonces es urgente.

DOCTOR: No, no. Yo decía mañana porque...no tengo nada qué hacer. Hay que aprovechar el tiempo, no desperdiciarlo (se ríe) A propósito de aprovechar el tiempo ¿usted se divierte, señor Robles? ¿Se da buena vida?

PACIENTE: ¿Por qué me pregunta eso, doctor?

DOCTOR: Simple curiosidad. Un poco de esparcimiento siempre es recomendable y más si está uno...un poco indispuesto.

PACIENTE: La verdad, no...

DOCTOR: ¿Por qué no se va de viaje? ¿Se da la gran vida? Salga con mujeres, reviéntese. Baile, cante, sea feliz. Ahora que puede.

PACIENTE: ¿Ahora que puedo, doctor?

DOCTOR: S-sí. Digo, de anciano no va a poder. A eso me refiero.

PACIENTE: (Sonriendo animicamente) Ah

DOCTOR: Váyase a la playa, tome el sol pero ya, apúrese ¿tiene sus papeles en orden?

PACIENTE: ¿Papeles, doctor?

DOCTOR: Sí, licencia, impuesto predial, luz, teléfono. Testamento.

El PACIENTE mira con horror al galeno

DOCTOR: Yo lo tengo al día.

PACIENTE: ¿Qué es lo que tengo, doctor?

DOCTOR: Ya le dije. Un simple carcinoma hipofísico parietal con ramificaciones troncales y numerosas por todo su cuerpo. No vale la pena extirparlo. Si fuera importante, sí. Pero ¿para qué hacerlo gastar en una operación innecesaria? Si yo fuera otro médico, lo haría para ganarme una lana extra. Lo siento pero usted se topó con un médico honrado. Ese dinero mejor gásteselo en una pachanga, en un viaje. Pero ya, señor Robles. No se me espere mucho.

PACIENTE: ¿Y cuál es la prisa, doctor?

DOCTOR: No, ninguna. Yo digo por la inflación. El dinero vale menos cada día que pasa. Esa es mi apuración. No me malinterprete por favor.

PACIENTE: Ah.

DOCTOR: ¿Usted cree en Dios, señor Robles?

PACIENTE: Sí ¿por qué?

DOCTOR: Por nada. Llevo una estadística. Parece mentira pero los pacientes que llevan una buena relación con Dios, sufren menos. Quiero decir, no se angustian tanto.

PACIENTE: Sí, voy a misa los domingos.

DOCTOR: ¿Y se confiesa y comulga?

PACIENTE: Sí, sí.

DOCTOR: Eso me tranquiliza. Qué bueno ¿y qué opina del país, señor Robles? ¿De la crisis? ¿De la devaluación?

PACIENTE: ¿Eso qué tiene que ver con mi enfermedad?

DOCTOR: No, nada. Es para hacer plática.

PACIENTE: Pues...está mal ¿no?

DOCTOR: Y la contaminación. El día menos pensado, todos amanecemos muertos ¿y para dónde se hace uno? No hay dinero para cambiarse a otra ciudad y si lo hubiera, no nos quieren en provincia. Todo tan caro. La violencia...El dinero que no alcanza para nada. Los secuestros. Con todo eso ¿no le dan ganas a usted de morirse? Sinceramente ¿a poco no?

PACIENTE: Bueno, tanto como morirse...

DOCTOR: Cómo no. Luego los impuestos, la inflación, la Bolsa. Andan diciendo que van a congelar las cuentas bancarias. Este país se va a ir al carajo, señor Robles ¿y qué hace uno? ¿Nada? ¿Qué puede hacerse? Solamente colgar el tenis.

Desenlace

PACIENTE: (Tras pausa) ¿Carcinoma no es cáncer, doctor?

DOCTOR: Mmmmh. Sí.

El PACIENTE lanza un aullido de horror.

DOCTOR: Pero hay enfermedades más feas. Ahí tiene el Sida, la rabia, el mal de Parkinson ¿sabe cómo se muere la gente de tétanos?

El PACIENTE se incorpora y le suelta un bofetón al DOCTOR para marcharse.

DOCTOR: Digo. Habemos médicos serios, responsables pero desgraciadamente no siempre los pacientes están a la altura de esos doctores. Abuelita de Batman que no. Con su permiso.

El DOCTOR se marcha muy digno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario